lunes, 25 de octubre de 2010

Las principales teorías económicas y las vacas

Desde el año pasado, por la crisis financiera mundial, se ha publicado en varios sitios web, en clave de humor, una auténtica clase de Teoría Económica. Un colega español del portal de Periodista Digital da cuenta de un correo electrónico que está rebotando viralmente –como un contagio- por la Red, dejando para el golpe final la explicación de la economía española.

Imagínese que usted tiene dos vacas.

Socialismo: El estado te obliga a darle una a tu vecino.

Comunismo: El estado te las quita y te DA algo de leche.

Fascismo: El estado te las quita y te VENDE algo de leche.

Nazismo: El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Burocratismo: El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo tradicional: Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.


Capitalismo moderno: Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Caymán que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tú tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economía japonesa: Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas 'Vakimon' e incomprensiblemente, te haces millonario.

Economía alemana: Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economía rusa: Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas. Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.

Economía china: Tienes a 300 individuos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Capitalismo americano: Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.

Economía india: Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.

Economía suiza: Hay 5.000.000.000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economía francesa: Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Economía neozelandesa: La de la izquierda te parece cada día más atractiva.

Capitalismo italiano: Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡maledetto!
Capitalismo británico: Las dos están locas.

Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles .

domingo, 24 de octubre de 2010

Expresiones Populares (2)

Hace algún tiempo mostramos varios ejemplos de lo que bien puede aceptarse como legítimas expresiones populares. Aquí algunas más.








viernes, 8 de octubre de 2010

Recuerdo de Mario Vargas Llosa


El flamante Premio Nobel tuvo un programa dominical en Panamericana

Uno de los episodios de la intensa vida de Mario Vargas Llosa no se conoce mucho. Fue el de su paso por Panamericana Televisión en 1981.

Los medios de comunicación había sido devueltos a sus propietarios por Belaúnde, al término del régimen militar, y Genaro Delgado Parker quiso demostrar el nivel televisivo que podía mostrar el canal 5 en manos privadas y decidió contratar al ya laureada escritor para la realización de un programa dominical llamado “La Torre de Babel”.

Mario Vargas Llosa hizo decenas de ediciones, con la producción de su primo Luis Llosa, causando un gran impacto en la teleaudiencia por la calidad y ambición del programa. Genaro Delgado Parker no escatimó su apoyo económico, basado, desde luego, en un gran soporte publicitario.

Mi recuerdo de Mario viene de esa época. Acostumbrábamos coincidir en los desayunos que Genaro ofrecía en su oficina todas las mañanas a sus principales colaboradores. Mario dedicaba varias horas a la posproducción de su programa en el canal, luego de hacer sus entrevistas en el campo, a veces en el extranjero, como la que le hizo a Corin Tellado en España.

Visita del Presidente

Por esos meses el Presidente brasileño Joao Baptista Figueiredo llegó invitado a Lima y con él numerosos periodistas, entre ellos reporteros y camarógrafos de la poderosa cadena O’Globo.

Los colegas me visitaron en Panamericana para solicitar nuestra colaboración en facilitarles contactos y orientarlos en su cobertura, algo muy común cuando los periodistas viajan al extranjero.

Una de sus mayores preocupaciones era conseguir una entrevista con Mario, quien estaba a punto de publicar su formidable novela “La Guerra del Fin del Mundo”, cuya acción transcurre en Brasil.

Tuve la impresión de que mis colegas pensaban que era una tarea muy complicada y difícil de lograr. Para su sorpresa les dije que Mario estaba en el edificio y que yo iba a hablar de inmediato con él. En efecto, fui a la isla de edición donde estaba Mario y le comuniqué que periodistas de O`Globo lo querían entrevistar.

Mario recibió la solicitud con entusiasmo. Me dijo que era una excelente oportunidad para divulgar la pronta aparición de su libro en Brasil, un enorme mercado de lectores. Dejó de editar y se trasladó a mi oficina para ponerse a las órdenes de los colegas brasileños, que no imaginaron jamás que podían cumplir con su misión tan rápidamente.


miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Son Confiables las Encuestas Electorales?

El proceso electoral municipal de Lima no ha sido afortunado para las compañías encuestadoras.

A una semana de la votación las más importantes y acreditadas fallaron escandalosa, ruidosamente, en sus pronósticos. Hubo una que dio hasta una diferencia de 17 puntos entre las dos candidatas principales. Otra reveló una distancia de 10 y la que menos se equivocó marcó una diferencia de 8 puntos.

Es decir, según esas encuestadoras, ya estaba decidida la elección, con todo el efecto que tenía sobre amplios sectores del electorado, especialmente el indeciso, en la determinación de su voto que siempre tiende a ser para la favorita. Inclusive hubo un vocero que dijo que ya era irreversible una variación de las cifras.

Desde luego esas empresas acuden a la conocida afirmación de que cada encuesta es como “una fotografía del momento”, y que cuando hicieron su sondeo esos eran los datos.



En mi experiencia en la cobertura de casi 20 procesos electorales (presidenciales, municipales y asambleas constituyentes) tanto para diarios y, especialmente, para la televisión, nunca aprecié tal diferencia.

Lo que estaba completamente seguro era que el día de las elecciones las encuestadoras iban a dar los datos ciertos y confiables, ya que estaba en juego su prestigio. Ya no podía haber, como denunciaron algunos contendientes, manipulación de las cifras. Fundamentalmente porque la ONPE iba a dar los datos oficiales. Y la comparación iba a ser inevitable.