jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Qué hacer para no olvidarse de las cosas?

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¿Quién no ha perdido alguna vez y ha pasado al menos un buen rato buscando las llaves?
Seguramente le ha ocurrido esta semana, y si no fue ésta tal vez fue la anterior y si no, seguro que al menos en los últimos dos o tres meses: todos en algún momento hemos perdido las llaves, el teléfono, las gafas o nos hemos pasado un buen rato buscando algo que no podemos recordar dónde hemos dejado.
Perder cosas y -sobre todo perder tiempo buscándolas- es exasperante, pero, según un artículo publicado en el Wall Street Journal, los fallos menores en la memoria son comunes en todas las edades y, en parte, los genes son los responsables.
Un estudio llevado a cabo recientemente en Alemania descubrió que el 75% de las personas encuestadas sobre el tema del olvido y las distracciones tenían una variación del llamado gen receptor de dopamina D2 (DRD2), lo cual las hacía más propensas a olvidarse de cosas.
"La falta de memoria es bastante común", explica Sebastian Markett, investigador en psicología y neurociencia de la Universidad de Bonn.
Los investigadores basaron su estudio en encuestas realizadas a 500 personas a las que también se les tomó una muestra de saliva para hacer un análisis genético.
Cerca de la mitad de las variaciones en cuanto al olvido, dice Markett, pueden explicarse por efectos genéticos, que probablemente implican una decena de variaciones genéticas.

Quiebre
Decir en voz alta donde uno está dejando las cosas puede ser un modo de recordar dónde están más tarde.
Otra razón que puede explicar el por qué nos olvidamos de cosas cotidianas, es porque se produce "una ruptura en la interface entre la atención y la memoria", según explica Daniel L. Schacter, profesor de psicología de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Esta ruptura, apunta el artículo del Wall Street Journal, puede tener lugar en dos momentos: cuando no logramos activar nuestra memoria para codificar lo que estamos haciendo -por ejemplo dónde dejamos las llaves o la agenda- o cuando tratamos de acceder a ese recuerdo.
Cuando codificamos una memoria, el hipocampo, la parte central del cerebro involucrada en la función de la memoria, hace una suerte de foto que se conserva en un set de neuronas que se activan más tarde con un estímulo o una clave.
Por eso, es importante prestar atención durante el proceso de codificación. Si nuestro estado mental cuando tratamos de acceder a esa memoria es distinto al estado mental durante la codificación, podemos tener un problema.
Así, muchas veces nos ayuda a recordar el tratar de reconstruir nuestro estado mental en el momento de codificación.

En voz alta
Otra recomendación para no vernos con tanta frecuencia haciendo el intento vano de recordar dónde dejamos un objeto en particular resulta obvia, pero útil: lo mejor es tratar de poner las cosas siempre en el mismo lugar, y, en algún lugar que tenga sentido, dicen los expertos.
Por ejemplo, dejar las gafas cerca de la mesa de noche, si es que leemos antes de ir a dormir, o depositar las llaves en un cajón cerca de la puerta.
También resulta útil, según explica Mark McDaniel, profesor de psicología de la Universidad de Washington en Saint Louis, pensar o incluso decir en voz alta: "Estoy guardando mi billetera en el cajón del escritorio".
Y, por último, si de lo que se trata es de no olvidarse de algo que tiene que hacer, visualice la tarea asociándola con algo del ambiente que espera encontrar cuando la cumpla, afirma McDaniel.
Es decir, si quiere recordar que tiene que ir a comprar pollo, palta y lechugas al almacén, imagínese la tienda y los alimentos. "Cuando llegue allí, estas claves lo ayudarán a recordar", completa el experto.
(Fuente)


¿Influyen mucho las suegras en los matrimonios?

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No es ninguna cuestión banal ni mucho menos. El tema de la familia política y su influencia en las parejas jóvenes y no tan jóvenes es algo muy presente en la problemática, especialmente en casos con fuertes tejidos familiares, en los que los recién casados que crean una nueva familia deben tener muy claro que ya son un núcleo independiente y con vida propia. Si esto no es así el terreno está abonado para el conflicto.
 Suegras que siempre dan su opinión sin pedirla, que se creen en el derecho de visitar a los nietos siempre que quieren, algo que puede interferir en el transcurso diario de la familia, nueras que no son capaces de decir que no y ahí aparece el conflicto.
Muchas veces la joven pareja sufre un exceso de asesoramiento no pedido en la toma de decisiones iniciales sobre dónde vivir, cómo organizar su casa, qué hacer el fin de semana, etc. Y a veces se entra por ese senda casi sin darse cuenta, con buena voluntad y tratando de agradar a todo el mundo.
La pareja debe tener claro que se deben el uno al otro y que, antes que nadie, las decisiones las deben tomar ellos, con ilusión, creando su propio hogar. Él y ella deben hacer sentir importante al otro, que esté claro desde el principio que el otro, la otra, es el eje de su vida. Eso no evita que los demás opinen, aconsejen… pero luego será la pareja quien libremente decidirá lo que considere mejor.
    Otro motivo de conflicto es la obligación de pasar el domingo en casa de los suegros, un motivo de muchas disputas. En las propias rutinas del fin de semana se ven muchas veces estas cuestiones. ¿Cuántas veces se ha oído no puedo más con las tardes de domingo en casa de tu madre?
Con frecuencia se cae en ese ritmo de” sábados en casa de tu madre y domingos en casa de la mía “, a veces para compensar sencillamente. Y con eso se asfixia la libertad y la espontaneidad de una pareja que debe moverse con libertad y hacer, sobre todo, lo que ellos crean conveniente. Que en ocasiones, por supuesto, será ir a ver a sus padres pero no por norma ni como algo debido.

Las descalificaciones
Estas cosas a veces surgen desde los comienzos de la relación. Se recuerda un caso doloroso en el que ya desde que la madre conoció a la novia de su hijo se permitió hacer todo tipo de comentarios desafortunados respecto a ella y delante de ella, lo que provocó el enfrentamiento desde el inicio. Sobre todo, porque él no supo o no pudo hablarle claro a su madre pidiéndole respeto por la persona que él había elegido y con la que posteriormente se casó y tuvo un hijo.
El conflicto continuó porque él mostraba cierta sumisión ante su madre, de carácter muy fuerte y no se atrevía a poner las cosas en su sitio ante la frustración de ella. Esta es quizás una de las situaciones extremas en las que no se habla ya de intromisión sino de descalificación e incluso de falta de respeto. Por lo que se podría estar ante una persona, la madre, con una personalidad complicada y unas formas más que cuestionables. Y una inmadurez manifiesta por parte de él.
Uno puede preguntarse ¿por qué sucede esto? ¿si se casó conmigo por qué prefiere posicionarse del lado de su madre si yo soy su mujer y conmigo es con quién ha formado una familia? Si se trata de analizar los posibles perfiles de personas ante los que se puede  encontrar se puede decir que  no son en absoluto patológicos por lo general, sino se deben con  frecuencia a falta de fortaleza, madurez y responsabilidad.
Cuando la madre de él tiene más fuerza en la pareja que la nuera es porque él, generalmente, es  alguien  con exceso de dependencia de su familia de sangre y, en especial, de su madre a la que mira con exceso a la hora de crear su propio hogar, como tratando de replicar lo que ha vivido. La solución es  superar esa dependencia a través de la generación de confianza en su mujer. Algo que debe potenciar con actos concretos de fe ciega en lo que ella quiere o propone. Más vale equivocarse aprendiendo juntos que seguir pautas marcadas desde fuera que  ahoguen y frustren ilusión de la pareja.
¿Y qué pasa si es la mujer la que tiene excesiva dependencia de su madre? Aquí se habla de falta de seguridad en sí misma ante un nuevo hogar. Aquí puede haber falta de madurez para asumir con responsabilidad propia las riendas de construir una nueva familia. También aquí es necesaria una reflexión personal en la que ella vea claro que debe crecer y desarrollarse tomando decisiones propias y creando su propio estilo.

Nulidad matrimonial por 'mamitis'
La excesiva dependencia de la madre puede ser considerada una causa de nulidad matrimonial por la Iglesia. Recientemente, la prensa italiana informó de este hecho después que el vicario judicial de la diócesis de Liguria, Paolo Rigon, lo anunciara durante la apertura del año judicial eclesiástico de esta región.
No gozan de buena prensa. Generalmente es la madre de él con respecto a la esposa, más que la madre de ella con respecto al esposo, la que causa el malestar en la familia. La explicación se encuentra en que la relación en el primer caso se da entre dos mujeres y en el segundo, entre hombre y mujer.

Éstos son algunos consejos para superarlo
1. Ayudar a la suegra a entender que lo que está en juego es la felicidad de la joven pareja y que si ella lo que quiere es ver feliz a su hijo o hija debe apoyarlos y facilitarles su independencia, su autonomía para que creen hogar propio. Al final los padres son padres y lo que quieren es la felicidad de sus hijos. Debería bastar.
2. Si no funciona el punto anterior, es preciso que la pareja tenga muy claro que ante cualquier decisión lo que más debe importar es la felicidad del otro; por encima de la opinión o felicidad de otras personas.
3. Si sigue habiendo intromisiones ajenas habrá que dejar establecido que ella es la mujer de su vida y que sobre ella van a regir todas sus decisiones. La unidad es fundamental y no se debe resquebrajar por nada.
4. En caso de conflicto entre la pareja y la familia de sangre siempre hay que ponerse al lado del cónyuge sin dudarlo. De lo contrario la pareja estará condenada al fracaso.
5. Delante de la familia, nunca poner en evidencia los desacuerdos, tratarlos en privado, pero nunca desacreditar al otro delante de los padres.
6. Tener claro que por encima de la familia de sangre está la que la pareja ha creado. Si no se respeta eso, entonces la pareja estará rompiendo a la propia familia. La que hemos escogido crear.
(Fuente)

Los 8 mitos sobre el Colesterol

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No todo lo que se dice sobre el colesterol y muchos aspectos relacionados con él, como los alimentos prohibidos o los remedios para reducirlo, es cierto.
«Frente a muchas de las afirmaciones erróneas en torno al colesterol, conviene recordar que este elemento es esencial para la vida, puesto que forma parte de todas las células de nuestro cuerpo, incluidas las cerebrales, y para el funcionamiento del sistema inmunológico», asegura el periodista Ramón Sánchez-Ocaña, en su libro «Vivir bien sin colesterol», donde da todas las claves sobre este aspecto de la salud. Por ello, advierte, «es aconsejable que se conozca qué hay de verdad en algunas de las creencias más extendidas». Sánchez Ocaña ha desarrollado gran parte de su carrera profesional al frente de programas de divulgación científica y médica en televisión.
Estas son, según Periodista Digital, las más repetidas:

1. El marisco tiene mucho colesterol
No lo crea. Según comprobaron los científicos, gracias a los métodos actuales, los mariscos son muy ricos en esteroles, entre los que está el colesterol, es cierto, pero no en la medida que se creía hace unos años. Algunas especies pueden aportar bastante grasa. Además, el marisco aporta ácidos grasos omega 3 y esteroles que bajan el colesterol malo, por lo que puede consumir almejas u ostras (siempre en el marco de una dieta equilibrada y salvo que su médico le indique lo contrario por alguna razón). Como suele decirse, lo único que tiene de malo el marisco es el precio.
  2. El colesterol es una moda
Hace muchos años que se investiga sobre el colesterol, su síntesis y sus graves consecuencias, la gravedad de la situación aún no ha calado suficientemente entre la población. Las dolencias cardiovasculares son una auténtica epidemia, y reducir el colesterol es una medida de primer orden para comenzar a superarla. Es verdad también que, hasta hace muy poco tiempo, la única medida que podíamos tomar era la dieta estricta y que sus resultados eran escasos. Sin embargo, la incorporación de nuevos medicamentos al arsenal terapéutico de que disponemos ha hecho que, en poco tiempo, se pueda controlar el colesterol de manera más efectiva".
  3. Es bueno bajar mucho el colesterol
Depende. Hay que reducirlo mucho únicamente si está muy elevado. Los especialistas aconsejan que el nivel óptimo debería estar alrededor de 200 miligramos/decilitro. Pero bajarlo en exceso no parece muy conveniente. Ya hace tiempo se demostró que cuando, gracias a una medicación excesiva y a la dieta, el colesterol llegaba a situarse en torno a los 150, bajaba el riesgo coronario... pero aumentaba el riesgo de padecimientos graves de colon. Y también se ha relacionado un colesterol muy bajo con una mayor tendencia al suicidio y a la violencia".
    4. Lo natural es siempre mejor
Esto no es verdad. Tendemos a identificar 'natural' con bueno y, por tanto, llegamos a pensar que todo lo procesado es artificial, pero no es así. Hay cosas naturales que nos benefician y las hay que resultan perjudiciales. Identificar natural con sano, con bueno, atribuyéndole más virtudes que a lo procesado, es falso. Como también es falso creer que todo lo procesado es mejor. La realidad es que hay procesos que permiten que lo natural llegue a nuestra alimentación en mejores condiciones (el frío, la conserva, etcétera). Actualmente, a menudo se le da al adjetivo 'natural' una excelencia que no tiene. Los adjetivos tienen que colocarse en su sitio. Hay cosas naturales buenas, y las hay malas (una seta mortal o el veneno de una serpiente, por ejemplo)".
  5. Las nueces tienen demasiadas grasas
Las nueces tienen demasiadas grasas... pero buenas. Es verdad que, como todos los frutos secos, las nueces tienen un buen porcentaje de grasa, pero también lo es que, en conjunto, ofrecen unos ácidos grasos muy beneficiosos. Por ejemplo, en 100 gramos de nueces hay 5,6 gramos de ácidos grasos saturados (no saludables)... frente a 12,4 gramos de monosaturados (como los del aceite de oliva) y 47,5 gramos de polisaturados (como los del omega 3).
  6. El infarto ocurre por culpa del estrés
Puede influir, pero hay otros factores. Quienes han sobrevivido a un infarto dicen, casi en su totalidad, que fue debido al estrés profesional. No obstante, casi todos ellos tenían un colesterol muy elevado y muchos, además, fumaban. Pero no es la tensión o la irritación del estrés lo que afecta al corazón, sino que en el proceso de estrés se movilizan las grasas y se deposita el colesterol.
7. El colesterol de la madre no influye en el del bebé
Esta afirmación no está demostrada. Su explicación radica en que, aunque todos los niños del mundo (y de todas las razas) nacen con la misma tasa de colesterol y, por consiguiente, esta se puede considerar independiente de las cifras que tenga la madre, los recién nacidos pueden heredar una predisposición a tenerlo elevado. De hecho, se han efectuado estudios muy interesantes sobre épocas de hambruna: cuando las madres sufrieron escasez de alimentos durante un tiempo prolongado (por ejemplo, en la segunda guerra mundial), sus hijos tuvieron tasas elevada de colesterol al llegar a la edad adulta.
 8. El ajo ayuda a bajar el colesterol
Esto carece de toda base científica. Aunque esta idea es bastante popular, no se ha demostrado. Un estudio de la Universidad de Exeter (Reino Unido) concluye, tras muchos análisis, que la eficacia de este alimento contra la hipercolesterolemia no es estadísticamente significativa


El Juego de la Seducción, un libro para aspirantes a "don Juanes"

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La seducción científica es un área que está experimentando un importante crecimiento. Según los resultados del estudio realizado por el psicólogo alemán Andreas M. Baranowsk, los hombres que estudiaron técnicas de seducción triplicaron su tasa de efectividad con las mujeres y el 100% de dichos hombres declararon que habían mejorado su habilidad a partir del estudio.
Los argentinos Martín Rieznik & Mike Tabaschek ha publicado un libro de gran demanda llamado “El Juego de la Seducción”, que desarrollan en el sitio web  LavantArt, en forma de un un seminario teórico y práctico. En él apuestan por el aprendizaje de la seducción tal y como se aprende cualquier otra cosa, ya sea un deporte, o una actividad como bailar. Es decir, hacer de cada interesado todo un Don Juan.
    Precisan que "El curso es para ahorrar tiempo: si quieres bailar mejor, puedes probar por tu cuenta pero sin duda es mejor si contratas a un experto en baile. Lo mismo ocurre con la seducción, si quieres seducir lo mejor es contratar a un experto en la materia".
Los autores detallan algunos de lo que ellos denominan trucos para llamar  la atención de una mujer

1. El aspecto físico no es garantía de nada. Un hombre no necesita ser excesivamente guapo para ser un ganador, con poseer una personalidad atractiva puede convertirse en un galán.

2. No ser un mirón. El hombre que mira mucho actúa poco. Desde que ves a un grupo de mujeres bellas y comienzas a hablar con ellas no deben pasar más de tres segundos. Es lo que llamamos "la regla de los tres segundos".

3. El premio eres tú. Cuando tus oraciones son dubitativas como «¿me das un minuto?, ¿puedo besarte? o ¿puedo invitarte a una copa?» sólo consigues alejar cada vez más la posibilidad de lograr algo serio con ella.

4. Siempre comienza hablándole a la amiga de la mujer que te interesa, no a ella. Si ganas la simpatía de sus amigas, todo será mucho más fácil. Si vas directo a la que más te interesa del grupo, estarás haciendo lo mismo que hacen todos.

5. El 80% de la comunicación es no verbal, no se trata de qué decir sino de cómo decirlo. No existen frases mágicas pero sí formas de comunicarse que son más atractivas que otras.

LAS CLASES

Clases teóricas y prácticas para aprender a seducir.
Los seminarios de LevantArt, combinan clase y diversión, al incluir una parte teórica y otra práctica, con salida nocturna a una discoteca.
Tras cuatro horas de clase teórica donde se aprende todo lo relacionado con la forma de interactuar con las mujeres, los alumnos salen acompañados por los instructores a una discoteca para poner en práctica sus conocimientos.
Los cursos están diseñados específicamente para hombres ya que «al hombre le gusta, disfruta el proceso de seducir a una mujer y eso es lo que enseñamos», comenta Mike Tabascheck.
Debido al éxito en otros lugares, donde se han  descargado versiones gratuitas del libro, especialmente en España, los autores han impartir seminarios intensivos en el extranjero.  Hay que precisar que no se menciona al Perú en esas vistas.
(Fuente Consultada)

Después de 30 años en la cárcel comprueban que 2 discapacitados acusados de violación eran inocentes

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Treinta años después de ser condenados y encarcelados por la violación y asesinato de una niña de 11 años de edad en las zonas rurales de Carolina del Norte, los hermanastros Henry McCollum, de 50 años, y Leon Brown, de 46, ambos discapacitados y afroamericanos, han sido liberados gracias a las pruebas de ADN, que demuestran su inocencia.

Según detalla Periodista Digital, las pruebas implican a otro hombre cuya participación había sido descartada por las autoridades, a pesar de que vivía en una zona muy próxima al lugar donde se encontró el cuerpo de la víctima y que había admitido haber cometido violaciones y asesinatos de similares características en la misma época, por los que se encontraba en la cárcel.

MUCHA PRESIÓN
McCollum tenía 19 años y Brown 15 años cuando fueron detenidos por la policía en Red Springs, un pueblo de menos de 4.000 personas en el sur del estado, durante la noche del 28 de septiembre de 1983.

Después de cinco horas de interrogatorio sin un abogado presente y sometidos a mucha presión -según han denunciado en varias ocasiones- acabaron reconociendo delitos que no cometieron.

La sala estalló en una ovación cuando el juez anunció la liberación de los hermanastros. Henry Lee McCollum, que ha pasado tres décadas en el corredor de la muerte, y Leon Brown, que estaba cumpliendo una sentencia de cadena perpetua, lloraron al oír la sentencia, según informa el diario estadounidense 'The New York Times'.