Envejecimiento y pérdida de memoria es un tema que motiva muchas investigaciones y comentarios. Un artículo publicado por
BBCMundo aborda el asunto con las últimas conclusiones científicas:
Con la edad lo que se debilita es la memoria funcional.
Olvidar
cosas puede ser una parte del envejecimiento que todo el mundo acepta.
Pero, ¿podría la seguridad de la juventud estar cubriendo algunos
deslices de la memoria?
En un estudio hecho por investigadores en
Alemania, la gente mayor fue más consistente en las pruebas de memoria, a
pesar de que en general los más jóvenes tuvieron puntuaciones más
altas.
La evaluación se realizó en Berlín a 100 personas mayores,
con edades comprendidas entre los 65 y los 80 años, y a 100 personas en
los 20.
Los participantes asistieron durante 100 días al Instituto
para el Desarrollo Humano Max Planck, en la capital alemana, para hacer
los exámenes.
"Fuimos muy buenos con ellos, y había un buen
ambiente en los laboratorios", explica el profesor Florian Schmiedek.
"La gente llegó a conocerse, para ellos fue una especie de actividad
social. Aunque también les pagamos por esos 100 días".
El cerebro
recuerda cosas cuando sus 100.000 millones de neuronas o células del
cerebro se conectan. La memoria se forma cuando estas conexiones, o
sinapsis, se fortalecen.
La información de los sentidos se envía al córtex cerebral, y de allí a zonas de los alrededores del hipocampo.
Esto "amarra" la memoria antes de que vaya al hipocampo, donde se le agrega información sobre el contexto o la ubicación.
La
memoria "funcional", crucial para resolver problemas y hacer planes, es
como una pizarra en el cerebro, y se encuentra en el córtex prefrontal.
Se
suele usar para recordar un número telefónico el tiempo suficiente como
para hacer una llamada, pero luego se suele olvidar a no ser que pase a
la memoria de largo plazo para su almacenamiento.
Las pruebas del estudio fueron diseñadas para probar distintos tipos de memoria.
En
una, los participantes tenían que recordar una lista de palabras. Otra
tenía una lista de números para memorizar al mismo tiempo que debían
realizar simples cálculos aritméticos con esos números.
La finalidad de esta prueba era retar su memoria "funcional".
Gran variabilidad
La puntuación general para la gente mayor fue menor que la de los veinteañeros.
Aprender cosas nuevas es lo que se hace más difícil con la vejez.
Desde hace tiempo se sabe que el rendimiento cognitivo cae con la edad, debido a algunas pérdidas de células en el cerebro.
Pero
la doctora Carol Holland, directora del Centro de Investigación para
una Vejez Sana, en la Universidad de Aston, en Inglaterra, considera que
nosotros olvidamos mucho menos de lo que creemos.
"La memoria a
largo plazo no cambia con la edad de una persona normal, somos tan
buenos recordando poesía que cuando niños. Aprender cosas nuevas… aquí
es donde empieza la diferencia".
"Pero hay una gran variabilidad,
un hombre de 80 años puede aprender tan rápido como uno de 19 años.
Mientras que otro de esa misma edad puede tener problemas reales".
Holland
considera que estos resultados son alentadores en la lucha contra los
estereotipos sobre las personas mayores y el olvido, al mismo tiempo que
son un recordatorio de que la edad no tiene por qué estar en la raíz
del problema.
"Una persona mayor puede atribuir la pérdida de las
llaves el haber acabado de celebrar su 70 cumpleaños, cuando en realidad
siempre ha tenido el problema de olvidarse de dónde las habían puesto".
Por su parte, el profesor Schmiedek señala que el tamaño del estudio le ayudó a mostrar que los días buenos y malos existen.
"Pero
la variabilidad no es tan grande como uno se esperaría. Es más una
fluctuación del momento en el desempeño lo que con frecuencia crea la
impresión de que tenemos días buenos y malos".
Schmiedek, cuyo estudio fue publicado en el
Psychological Science, quedó sorprendido con la diferencia entre los dos grupos.
"Si
comparamos a adultos jóvenes y de avanzada edad, el resultado
interesante fue a lo largo de las nueve tareas, las personas mayores
fluctuaron menos de un día a otro".
Además de evaluar la memoria,
el equipo también le dio a los participantes cuestionarios para que
evaluaran su estado de ánimo. Los adultos mayores parecieron estar más
motivados en hacer bien la prueba y se preocuparon menos sobre la vida y
sus aspectos estresantes.
Ventajas de trabajo
¿Esto los hace en unos empleados más deseables? El profesor Schmiedek así lo cree, al menos para ciertos tipos de trabajo.
Los
trabajos de máxima presión, con múltiples tareas, son más adecuados
para los jóvenes. Los de estrategia y rutinarios son mejores para los de
mayor edad.
"Con los trabajos que requieren el máximo desempeño,
como corredores de bolsa o camarero en una discoteca, cuando tienes que
hacer tu trabajo con una presión de tiempo y hacer tareas múltiples con
muchas distracciones, los adultos jóvenes tendrán una ventaja".
"Pero
si se trata de trabajos más rutinarios, como una fábrica, entonces el
rendimiento más fiable de los adultos de mayor edad los podría poner en
una situación de ventaja".
Holland también estudia las diferencias entre los conductores jóvenes y los de más edad.
"La
gente joven asume que tiene períodos de reacción rápida, especialmente
los hombres jóvenes. Pero tienen un tema de exceso de confianza".
"Los
adultos mayores tienden a ser más cuidadosos y cautelosos (…) tienden a
adoptar estrategias que les ayuda a superar los lapsos de memoria".
Holland
agrega que "una abuela con poca memoria nunca se olvida del cumpleaños
de su nieta, porque utiliza un calendario o libro de notas como
recordatorio".
Ahora el profesor Schmiedek, quien se encuentra en
el Instituto Alemán para la Investigación de la Educación, en Fráncfort,
está midiendo la capacidad intelectual de aquellos que están en el otro
extremo del espectro: los niños del colegio que usan teléfonos
inteligentes.