domingo, 29 de agosto de 2010

EL CREDO DEL PERIODISTA

En estos últimos días se han reiterado los casos de informaciones y denuncias que resultaron falsas, por un evidente olvido de los principios periodísticos que exigen comprobar y verificar la veracidad de lo que se difunde al público.

Por eso es oportuno recordar que muchos distinguidos periodistas y todos los códigos de ética profesional han dado pautas muy puntuales y exigentes al respecto.

Ya desde 1905, Walter Williams, primer decano de la primera escuela de periodismo en los Estados Unidos, publicó El Credo del Periodista (The Journalist’s Creed), una declaración ética de siete párrafos que hoy cuelga en bronce de las paredes del Club de Prensa en Washington D.C.

“Creo en la profesión del periodismo” escribió Williams en tono confesional, como “creo en que un periódico es un asunto de confianza pública donde todos los vinculados a su actividad son los depositarios.”

En su severa religiosidad, que hoy podría no tener consenso, el doctor Williams formula que “el periodismo más exitoso es el que le teme a Dios y respeta al hombre,” el vigorosamente independiente, el libre de orgullos y ambiciones de poder, el constructivo y tolerante, el cuidadoso, el autocontrolado, el paciente y el respetuoso con sus lectores. (El Journalist’s Creed puede consultarse en la página www.journalism.missouri.edu).

En 1999, dada la tradición y vigencia de sus ideas, la Universidad de Missouri (donde Williams fue presidente hasta 1935) consideró oportuno publicar la biografía “A creed for my profession: Walter Williams, journalist to the world,”(“Un credo para mi profesión: Walter Williams, periodista del mundo”) escrita por Ronald T. Farrar.

El autor destacó que Williams “no solo inventó la educación del periodismo, sino que difundió el evangelio de la profesión en todo el mundo.”

Y en cuanto al Credo se refiere, la Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri afirma que no hay duda que “es el pronunciamiento más importante de este tipo que se haya hecho [en la historia de la profesión]”. Según ellos, la escuela de Missouri no solo es la primera sino la mejor del mundo en este campo.

Los 8 Mandamientos

El “Credo del Periodista” es el siguiente:

CREO en la profesión de periodista.

CREO que el periódico es la confianza del público; que todos los conectados con él, son en toda la capacidad de su responsabilidad, depositarios de la confianza del público; y que la aceptación de un servicio en menoscabo del servicio al público es una prevaricación de esa confianza.

CREO que pensamientos y expresiones claras, precisión e imparcialidad son reglas fundamentales de buen periodismo.

CREO que un periodista solo debe escribir aquello que con profunda convicción considera ser la verdad.

CREO que la supresión de las noticias, por otra consideración que no sea el bienestar de la sociedad, es indefendible

CREO que nadie debe escribir como periodista lo que no diría como caballero; que el soborno con el propio bolsillo debe ser tan evitado como el soborno del bolsillo ajeno; que la responsabilidad no podrá excusarse alegando instrucciones o gananciales de otro.

CREO que las columnas de anuncios, noticias y editoriales deben servir en el mismo grado los intereses de los lectores y que la misma norma de honestidad, pureza y utilidad debe ser aplicada a todas por igual; que la prueba suprema de buen periodismo está en la medida de su servicio público.

CREO que el periodismo que mejor éxito tiene, y que merece el mejor éxito, teme a Dios y honra al hombre; es resueltamente independiente, inamovible por orgullo de opinión o codicia de poder, es constructivo y tolerante, pero nunca descuidado, tiene dominio sobre sí, y es paciente y respetuoso para con sus lectores, pero nunca se dejará intimidar; es rápido en indignarse con la injusticia; es inamovible por la atracción del privilegio o el clamor de la turba; trata de darle una oportunidad a todo hombre, y, tanto como lo permita la Ley, el sueldo honrado y el reconocimiento de la humana hermandad, una oportunidad igual a todos; es profundamente patriótico mientras trata de promover una sincera buena voluntad internacionalmente cimentando una camaradería mundial, es un periodismo de la humanidad de, y para el mundo de hoy".

sábado, 21 de agosto de 2010

Más Sobre el Desafío de la Verificación Informativa

Un nuevo y lamentable caso de imprecisión periodística-para ser generosos- fue protagonizado por Jaime Bayly, en su programa “El Francotirador”. Basado en un e-mail supuestamente enviado por Jaime Salinas, candidato a primer regidor en la lista de Lourdes Flores a la Municipalidad de Lima, el conocido periodista y escritor, lo usó para seguir desmereciendo a la presidenta del PPC. Salinas negó haber hecho el envío y pidió una investigación policial.

En el correo se afirmaba que Lourdes Flores fue abogada del general Julio Salazar Monroe, ex Jefe de Inteligencia Nacional fujimorista, condenado a 25 años de cárcel por el caso de la Cantuta. Según la candidata, ella ejerció, por el contrario, la defensa legal en una demanda de las cuñadas contra el general por la propiedad de una residencia.


Bayly cometió una grave falta periodística al no hacer verificaciones y cruzar informaciones en un caso tan delicado. Indudablemente fue víctima de un acto de inteligencia: dar información falsa al periodista propicio a utilizarla con entusiasmo y convicción. En este caso, una nueva denuncia para dañar la candidatura Lourdes Flores. Sobre las formas en que los periodistas son manipulados bien merece un artículo más detallado.

El Caso de la CBS

Al respecto, es oportuno recordar lo acontecido en el año 2004 con la cadena de televisión norteamericana CBS en su prestigioso programa “60 Minutos” que difundió, en plena campaña electoral, un reportaje en el que se atribuía a los familiares de George W. Bush el uso de influencias inapropiadas para que el presidente eludiera los rigores del servicio militar, en plena guerra con Vietnam. La acusación se sustentaba en documentos que más tarde resultaron falsos.

De inmediato, la cadena encargó una minuciosa investigación que duró cuatro meses, con el propósito de determinar por qué se cometieron tantos errores éticos y profesionales en la difusión de un informe televisivo en el prestigioso programa noticioso "60 Minutos", dirigido por Dan Rather.

El episodio estremeció los cimientos del periodismo investigativo estadounidense, y puso en duda el rigor de un género periodístico- y de un programa en particular-que tiene, antes de salir al aire, pautas y reglas de conducta interna sumamente exigentes para verificar hasta el cansancio todas y cada una de las imágenes y palabras que se propalan y pronuncian.

La Credibilidad es el Principal Capital

Se consideró que la credibilidad es el principal capital de toda empresa periodística seria y cualquier amenaza contra ese principio debe ser severamente sancionada, para evitar erosionar la confianza depositada por la opinión pública en un medio de comunicación. En la televisión no se pueden decir mentiras ni medias verdades.

El documento final de la investigación debería ser el nuevo libro de consulta de cualquier profesional de la comunicación contemporánea. Allí se detallan, por ejemplo, los rigurosos procedimientos que acompañan a cualquier investigación, antes de que se propale; las distintas pruebas de verificación de los datos; la validez de las fuentes independientes; los pasos que se siguen para evitar contaminar la información con criterios subjetivos; la necesidad de separar la opinión de la información; la obligación de contrastar versiones y evitar prejuicios políticos o raciales o de cualquier otra índole a la hora de interpretar los datos y, sobre todo, tratar de vivir lo más lejos posible de las nefastas influencias del temido tótem del rating: el sometimiento, en suma, a los rigores implacables de la verdad.

La actitud de los directivos de CBS fue quirúrgica, si cabe el término. Despidió a tres altos ejecutivos, lo mismo que a los productores del informe. También aceptó la renuncia de Dan Rather, sin lugar a dudas, el periodista más serio de la cadena y de la televisión norteamericana.

La CBS mostró su decisión de conseguir que el televidente encienda su pantalla y sintonice un programa periodístico, sabiendo a ciencia cierta que todo lo que allí se dice es verdad, confiando en que no se le va a engañar

miércoles, 18 de agosto de 2010

Censura Versus Información Responsable

Una fotografía publicada en primera página por el diario opositor venezolano “El Nacional” sobre la condición en la que se encontraba la morgue de Caracas, en la que se veía cadáveres apilados en camillas y en el suelo, ha motivado una demanda judicial contra ese medio.



De acuerdo con la agencia DPA, se trata de una solicitud de sanción que equivaldría al 2% de sus ingresos brutos por la “infracción cometida”, prevista en la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

Según esa ley está prohibido publicar “imágenes, informaciones y publicidad de cualquier tipo con contenido de sangre, armas, mensajes de terror, agresión física, imágenes que utilicen contenidos de guerra y mensajes sobre muertes y decesos que puedan alterar el bienestar psicológico de los niños, niñas y adolescentes”.

El tema de la fotografía fue tratado por el presidente Hugo Chávez, quien acusó a algunos medios críticos de su gestión de hacer un manejo “pornográfico” de los hechos de violencia en el país.

El equipo forense de la policía judicial también se pronunció sobre la foto y dijo que su publicación es el “más grande irrespeto a la dignidad de las víctimas”. Su portavoz afirmó que se trata de “una verdadera podredumbre mediática, porque no hay otra forma de decirlo, y resulta tan grotesco y aberrante que nos vemos en la necesidad imperiosa de manifestar un no rotundo a esa pornografía periodística”.

El director de “El Nacional”, Miguel Henrique Otero, desestimó la acción judicial y dijo que en el diario están “dispuestos a seguir dando la pelea por mantener el periodismo independiente”

Censura versus Información Responsable

Este caso de la foto de la morgue en primera página y la sanción por faltar a una Ley de protección a los menores, ha abierto un nuevo capítulo en la frecuente discusión sobre lo que puede y no puede publicar un diario.

Cualquier intervención de un organismo ajeno al medio de inmediato puede ser determinante para denunciar un atentado contra la libertad de información. En una posición sostenida y defendida por varias organizaciones periodísticas, no se acepta ninguna interferencia en la conducta editorial de los medios.

Sin embargo, muchos piensan que algunos medios se extralimitan en sus informaciones y caen en un criticable sensacionalismo que provoca la inevitable reacción de las audiencias.

Esos medios eluden la responsabilidad que tiene para practicar un periodismo que no ofenda la sensibilidad de sus lectores, como fue, indudablemente, la publicación de la foto con los cadáveres en la morgue.

En resumen, NO a la censura ni a la intervención ajena a los medios; SI a una información responsable y respetuosa del público.

domingo, 15 de agosto de 2010

Tema preocupante: la Verificación Informativa


Con alguna frecuencia los medios –especialmente- los audiovisuales- dan noticias que son desmentidas o refutadas. Una explicación sencilla y contundente es la falta de la debida y obligada verificación del suceso.

Un caso reciente fue la indignada reacción de los familiares del Ingeniero Luis Miguel Balmelli - desaparecido con su vehículo cuando viajaba de Lima a Pasco - por la noticia de que se habrían ubicado los restos bajo un deslizamiento. La esposa declaró gravemente afectada: “Por qué no se verifica una noticia antes de difundirla”. La razón categórica: el huayco se produjo al día siguiente del viaje del ingeniero. Los medios no confirmaron la veracidad de los hechos, proporcionados por fuentes policiales.

En la dinámica de la comunicación periodística hay dos dimensiones que hay que tener en cuenta para entender la verdad en periodismo: la cobertura noticiosa y la información que el periodista da de esa cobertura.

En la cobertura el reportero podrá tener los datos del suceso de manera directa, presencial, como en la mayoría de los acontecimientos. Pero, habrá coberturas en las que recibe versiones de diversas fuentes informativas. Estas pueden ser testimoniales (declaraciones, denuncias,) o escritas o documentarias.

Las fuentes ocasionarán que el periodista tenga una información indirecta y hasta subjetiva de los hechos. Una de las fuentes más famosas del periodismo fue Mark Felt (“Garganta Profunda”) que alimentó de valiosa información a los reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein del Washington Post, en el caso Watergate, que obligó a la renuncia del Presidente Nixon.

En el aspecto de la información se puede precisar la que origina el periodista y la versión que difunde su medio. En el que origina el periodista cabe la tergiversación, la parcialización, la inexactitud o falsedad, debido a fuentes no confiables o no confirmadas. En la que da el medio, se puede producir la manipulación en sus diferentes manifestaciones.

Recuérdese el caso de una revista que manipuló su información sobre el supuesto romance de un Ministro de Comercio con una ex Miss Perú. Desastre informativo basado en fuentes anónimas no verificadas y comprobadas. Un periodismo responsable de la verdad no se basa en expresiones: “en fuentes confiables se dijo”...” trascendió que”...” voceros bien informadas”.

Es en el asunto de la credibilidad de las fuentes informativas donde radica, de manera fundamental, la veracidad informativa. A tal extremo que debido a comprobadas fallas periodísticas, tanto en diarios como en la televisión, las grandes organizaciones editoriales del mundo han planteado y establecido radicales medidas que, inclusive, han motivado el despido de numeroso profesionales, algunos notables figuras periodísticas de sus respectivos países.

martes, 10 de agosto de 2010

Los Libros y los Vaticinios de Bill Gates


Hay casi 130 millones de títulos publicados



¿Cuántos libros hay en el mundo?

Google, cruzando bases de datos de distintas fuentes, calculó que existen en total 129 millones 864 mil 880 títulos publicados hasta hoy.

Google hizo este cálculo pues buscan digitalizar todos los libros que existen.
Contabilizar la cantidad de libros publicados hasta el momento parecía una labor imposible, pero Google la realizó.

“Cuando eres parte de una compañía que está tratando de digitalizar todos los libros del mundo, la primera pregunta es ¿cuántos libros son en total?”, publicó Leonid Taycher, ingeniero de software de Google Books, en el blog oficial de la compañía.

Cruzando bases de datos de librerías, bibliotecas, editoriales y catálogos, Google encontró 600 millones de resultados. Estos fueron analizados y se comenzó a descartar las opciones hasta llegar a más de 129 millones.

Bill Gates: La mejor educación vendrá desde la web

No sólo Nicholas Negroponte piensa que algo va a morir de aquí a cinco años más, uno de los profetas más importantes de la computación moderna, Bill Gates, también ha querido usar la profetimatic para dar por muerto el método actual de educación: “En cinco años desde hoy, en los sitios gratuitos se podrá encontrar las mejores clases del mundo. Serán mejor que en cualquier universidad”, afirmó.


Durante una exposición en la conferencia Techonomy, realizada el último 6 de agosto en San Francisco, Bill Gates pronosticó que dentro de cinco años la Internet se convertirá en la más grande fuente de educación en el mundo, incluso por encima de las universidades.

Gates piensa que en los próximos años no será necesario ir a la universidad para obtener una educación de calidad y que las ganas de aprender sobre un tópico específico motivarán a los futuros estudiantes a educarse mediante la web. La utopía de Gates va un poco más allá, y asegura que no importa de dónde se adquiere el conocimiento. Dijo “Si lo leíste en la internet o si lo conseguiste vía un título en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), necesitarás destacarte en ello.”

Los Libros son Intimidantes

Uno de los problemas que existen en el sistema de educación moderna según Gates son los libros, que pueden tener 300 páginas sobre matemáticas sin decir mucho: “Son gigantes, intimidantes, los miro y pienso: ¿qué tanto hay en ellos?”

Según Bil Gates los libros en Estados Unidos son tres veces más densos que los libros asiáticos, y su sistema de educación es muchísimo mejor que el norteamericano. Gates, quien abandonó la universidad para dedicar todo su tiempo a desarrollar Microsoft, calificó los estudios en estos centros de enseñanza como “ineficientes y basados en un lugar.

Sobre los libros precisó: “El dilema de los libros son quiénes los hacen y no se hacen las cosas más simples de lo que en verdad son.”

Para el fundador de Microsoft, la tecnología es la única herramienta que puede contribuir a simplificar el conocimiento y ayudar a la educación de hoy en día.
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lunes, 9 de agosto de 2010

La Desesperada Lucha por el Rating

Se comprueba, día a día, que la televisión peruana está en una etapa que bien puede definirse como “todo vale por el rating”.

Como saben los que están en el negocio de la televisión, el rating es una cifra que indica el porcentaje de hogares o espectadores con la TV encendida en un canal, programa, día y hora específicos (o promediando minutos y fechas), en relación al total de TV Hogares o televidentes considerados en la muestra (encendidos + apagados). Generalmente la muestra se refiere a localidades concretas. Si en un lugar medido hay 100 hogares con televisión y un programa es visto por 25 de los hogares, el rating de ese programa será de 25 puntos.

Se ha discutido y, por supuesto se seguirá discutiéndose, si un buen rating significa necesariamente programas de baja calidad pero de efectiva penetración en los sectores populares o de escasa preparación cultural. Ha habido algunos casos en que han coincidido buen rating con excelente calidad. Pero, han sido excepciones.
Lo que hay es una verdad invencible en la televisión comercial: espacio que no tiene sintonía carece de suficientes auspiciadores para financiarse y, por lo tanto, no puede seguir en la programación del canal.

El Público Decide

Al respecto se pueden recordar las declaraciones de César Hildebrandt, uno de los más destacados periodistas peruanos, quien durante algunos años trabajó en varios programas, en casi todas las televisoras, con desenlaces poco felices.

Hildebrandt dijo en esa oportunidad: “El televidente decidirá mi permanencia o no en la pantalla chica. En este tipo de trabajo nadie sale por la edad o el físico, a menos que hablemos de deportistas. En los trabajos como los nuestros no hay retiro. Mi juez es el público. Cuando tenga un rating miserable, cuando me vea en el camino de ser sentenciado por el televidente, trataré de irme instintivamente. En la televisión, o eres o no eres rentable. Cada 24 horas el público hace su elección, decide quién se va y quién se queda”

Al parecer, debido a esa necesidad de tener rating para seguir existiendo los productores televisivos están acudiendo a recursos francamente criticables.

Tres Ejemplos

Así, un estilista convertido en conductor de un programa ocasiona una gran controversia al entrevistar al asesino de su mejor amigo, en la edición inaugural de su programa. El objetivo: obtener rating.

Un conductor, casi desesperado por sintonía, se lanza con críticas inmisericordes contra la candidata favorita para ganar las elecciones municipales por su vinculación legal con un empresario, utilizando expresiones no sólo singulares en el periodismo ( “casi narcotraficante” en lugar de presunto) sino pasibles de denuncias por difamación, como hubiera ocurrido en países con una estricta legislación respetuosa del derecho de las personas a no merecer un trato delincuencial, mientras la justicia no emita sentencia.


La práctica de un periodismo de “comisaría” en la casi totalidad de los noticieros, en los que se informa en secuencias interminables sobre secuestros, violaciones, asaltos, homicidios, accidentes, suicidios, incendios y otros sucesos que impactan a las audiencias. Lo criticable no es tanto por la información de las ocurrencias, sino por el despliegue telenovelero, exagerado de las mismas.

lunes, 2 de agosto de 2010

Nuevos Casos de Periodismo Subvencionado

Entre los documentos militares clasificados sobre el conflicto de Afganistán que fueron publicados por sitio web WikiLeaks hay varios que revelan que Estados Unidos ha estado pagando a medios afganos para escribir historias positivas.

Los documentos precisan que Estados Unidos tenía acuerdos con periodistas locales y emisoras de radio para publicar contenido con impacto psicológico, además de noticias positivas sobre unidades comprometidas en esfuerzos de reconstrucción del país. Entre estos medios figura una emisora financiada con dinero provenientes de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y que antes de la filtración de los documentos era vista como un ejemplo de periodismo independiente exitoso.

Estas tácticas propagandísticas han sido utilizadas también en Irak, donde los militares pagaron sobornos a periódicos locales para publicar historias positivas y contrataron especialistas para orquestar el apoyo popular.

También en Venezuela

Documentos recientemente desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos a través de la Ley de Acceso a la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) evidenciaron más de 4 millones de dólares en financiamiento a medios y periodistas venezolanos durante los últimos dos años.

El financiamiento fue canalizado directamente del Departamento de Estado a través de tres entidades públicas estadounidenses: la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF por sus siglas en inglés), Freedom House y la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID).

El Departamento de Estado censuró la mayoría de los nombres de las organizaciones y periodistas que recibieron estos fondos multimillonarios. No obstante, un documento de fecha julio 2008 dejó sin censura los nombres de las principales organizaciones venezolanas, encargadas de coordinar la distribución de los fondos y los proyectos del Departamento de Estado con los medios de comunicación privados y periodistas venezolanos.

La CIA: Propaganda y Desinformación

Estas manifestaciones de la influencia norteamericana en los medios de información han sido siempre tareas propias de la Central de Inteligencia de la Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) en los campos de la Propaganda y Desinformación, según el bestseller “The CIA and the Culto of Intelligency” (“La CIA y el Culto de la Inteligencia”), publicado en 1974 por Víctor Marchetti y John Marks, ex funcionarios de la entidad norteamericana.

En el libro, impreso con 168 espacios censurados por la CIA por mandato judicial, se describe detalladamente cómo la agencia norteamericana gastó directa o indirectamente por medio de otras organizaciones del Departamento de Estado, centenares de millones de dólares en subvencionar a medios, periodistas y editoriales en muchos países del mundo para lograr la publicación de informaciones con una amplia gama de contenidos favorables a la política norteamericana.

La clasificación era a) la propaganda “blanca” que decía la verdad a sus audiencias; la b) “gris” que era una mezcla de verdades, medias verdades y ligeras distorsiones; y la c) “negra”, que era totalmente mentiras, aunque acompañada tímidamente de ciertas verdades y medias verdades.

La propaganda “negra” y la desinformación eran virtualmente indistinguibles. Ambas se referían a la difusión de información falsa con la finalidad de influir en la opinión y acción de la gente.

La mayor operación de propaganda de la CIA fueron la Radio Libre de Europa y la Radio Libertad, en 1950, con estudios en Munich, Alemania. Sus transmisiones eran dirigidas especialmente a los países de la órbita comunista.

Pero la acción de la CIA no se realizaba exclusivamente en el extranjero. También en los Estados Unidos mostraba diversas facetas.

En el libro se menciona el caso del diario comunista “The Daily Worker” de Nueva York que la CIA subvencionó indirectamente durante varios años, mediante la adquisición de miles de subscripciones. La Agencia tenía la esperanza de demostrar por este medio al pueblo norteamericano que la amenaza del comunismo era una verdad muy real.