Un jardín repleto de flores blancas (White Garden) se acaba
de inaugurar en Kensington Palace, al norte de Londres, para conmemorar el
veinte aniversario de la muerte de la princesa Diana de Gales. «El Jardín
Blanco» luce ya repleto de rosas, narcisos, tulipanes, margaritas y una
alfombra compuesta por flores de nomeolvides (Myosotis), la flor del amor
desesperado. Aspecto del White Garden, en Kensington Palace.
El palacio de Kensington fue la residencia de la princesa de
Gales durante 15 años y, en la actualidad, es el domicilio oficial de sus dos
hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, y de sus nietos, el príncipe Jorge y
la princesa Carlota de Cambridge.
«Esperamos capturar la energía y el espíritu que hicieron de
Diana una figura tan popular en todo el mundo», dijo meses atrás Sean Harkin,
jefa del equipo de los jardines del palacio, durante la presentación del
proyecto que ahora se ha convertido en realidad.
El jardín era un importante lugar de la residencia para la
princesa, quien, en sus habituales paseos por el área, a menudo paraba para
hablar con los jardineros. De hecho, de ahí surgió la idea de rendirle un
homenaje durante estos meses de primavera-verano, coincidiendo con el veinte
aniversario de su muerte, según ha explicado Graham Dillamore, Gardens &
Estates Manager at the Historic Royal Palaces.
La siembra de primavera ha incluido una elegante paleta de
tulipanes y narcisos. En el verano, rosas blancas clásicas rodearán la piscina
en el centro del jardín. Los visitantes podrán verlo hasta septiembre -gratis-
desde una pasarela pública.
Diana de Gales falleció el 31 de agosto de 1997, a los 36
años, en un accidente de tráfico en París.
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