Ali Hussain
ya ha visto como cinco de sus hermanos mueren a causa de la misma enfermedad
llamada progeria , y que se sabe afecta a 80 personas en el mundo.
Dos de sus
hermanos y tres de sus hermanas han muerto de la enfermedad en Bihar, el estado
más pobre de la India.
Progeria es
una enfermedad genética de la infancia extremadamente rara, caracterizada por
un gran envejecimiento brusco y prematuro en niños entre su primer y segundo
año de vida. Se estima que afecta a uno de cada 7 millones de recién nacidos
vivos.
NO HAY CURA
La progeria
puede afectar diferentes órganos y tejidos: hueso, músculos, piel, tejido
subcutáneo y vasos. Desarrollan baja estatura, cráneo de gran tamaño, alopecia,
piel seca y arrugada, ausencia de grasa subcutánea, rigidez articular. Al no
existir cura ni tratamiento, las personas que lo padecen, no exceden los 13 o
15 años de vida.
A pesar del
sombrío pronóstico Ali se ha negado a renunciar a la esperanza.
"Tengo muchas ganas de vivir y espero
que la medicina pueda hacer algo por mí. No tengo miedo de la muerte, pero mis
padres han sufrido mucho. "Me encantaría vivir mucho más tiempo para
ellos. No quiero cargar con más dolor".
Los padres
de Ali Hussain Nabi Khan, de 50 años, y Razia, de 46 años, son primos hermanos
y eran el producto de un matrimonio arreglado hace 32 años.
MURIERON DOS HIJOS
Sus hijos
Rehana, Iqramul, Gudiya y Rubina murieron de Progeria entre las edades de 12 y
24 años.
Un quinto
hijo, un niño que murió en sus primeras 24 horas de vida, también se cree que
tenía la rara enfermedad.
Nabia y
Razia, que ha tenido ocho hijos en total, tienen dos hijas sanas: Sanjeeda, de
20 años, quien está casada y tiene dos hijos propios y, Chanda, su hija menor,
de 10.
Cuando en
1983 nació su primera hija, Rehana, no tenían idea de que algo iba mal. Fue
sólo después que cumplió dos años, cuando no podía comer ni caminar bien que
visitaron a un médico. El especialista estaba tan desconcertado que los envió
de nuevo a su casa con algunos medicamentos.
La Progeria
es tan rara que la mayoría de los médicos desconocen de la enfermedad.
Dos años más
tarde, cuando nació su hijo Iqramul, y mostró los mismos síntomas, la familia
volvió al médico. Pero una vez más, no se les ofreció ningún posible
diagnóstico.
Nabi y Razia
estaban esperanzados en concebir un niño sano. Su deseo fue concedido cuando
tuvieron a Sanjeeda.
En 1995,
después de pasar años visitando diferentes médicos, un especialista en Kolkata
finalmente diagnosticó a cuatro de sus niños con progeria y se enteraron de la
devastadora noticia de que no había cura para ellos.
DEVASTADOS
"El
diagnóstico nos dejó devastados", señaló Nabi. "Estábamos seguros de
que había una cura. Nadie en nuestra comunidad creía de que no había nada que
pudiéramos hacer por ellos", agregó.
La vida se
hizo insoportable para los cinco niños que crecieron con progeria pues se
burlaban de ellos en la escuela. Con el tiempo todos dejaron de ir.
Ali dice:
"Ninguno de nosotros ha tenido una
infancia, nos limitamos a nuestro hogar. Nos teníamos el uno al otro, pero eso
fue todo. No teníamos vida. Cuando fuimos a la escuela nos empujaban, nos
llamaban por nombres feos, los niños trataron de hacernos daño. No podemos
hacer mucho bien físicamente, nuestros pulmones son muy pequeños. Me encantaría
ser una persona normal que puede jugar, ir a la escuela, hacer algo de deporte,
tomar algunos riesgos. A veces me deprimo, pero la mayoría de las veces hago la
mayor parte de la vida que tengo".
Ali es ahora
el único superviviente que sufre progeria de la familia. Cuando su hermano
Ikramul murió hace cuatro años fue devastador para él. "'Iqramul era mi
mejor amigo. Yo era muy joven cuando mis otros hermanos murieron, por lo que
fue simplemente Ikramul y yo durante mucho tiempo".
"Él era muy fuerte y no le prestó
ninguna atención a los matones. Cuando murió, lloré durante semanas y no podía
comer, pero luego me di cuenta de que estaría haciendo una gran injusticia
hacia él si me derrumbaba. No tengo a nadie ahora, ni amigos, pero tengo que
ser fuerte".
Ali y sus
padres están apoyados por una organización benéfica con sede en Kolkata llamada
SB Devi Caridad que le paga sus necesidades médicas
(Versión de Periodista Digital)
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