Hoy, 22 de abril de
1997, un grupo de las fuerzas especiales llevó a cabo la operación "Chavín
de Huántar", que permitió el rescate con vida de 71 de los 72 secuestrados
por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
La fecha me invita a recordar la cobertura que hicimos en
Panamaricana Televisión sobre el dramático suceso que se inició la noche del 17
de diciembre de 1996.
Teníamos casi lista la edición de 24 Horas, cuando casi a
las 9 de la noche el jefe de informaciones me comunicó que se escuchaban
tiroteos en la residencia, donde el embajador
Morihisha Aoki ofrecía una
recepción con motivo del 63º aniversario del natalicio del Emperador de Japón
Akihito.
Ya se había destacado un equipo de reporteros al lugar,
quienes dieron mayores datos y enviado las primeras imágenes.
Al pasar los minutos y aproximarse la hora de salida del
noticiero( 22:00 horas) , se fue confirmando que se trataba de una acción
terrorista del MRTA que tenía como rehenes a los 800 invitados.
Tuvimos que modificar apresuradamente la pauta del programa
para iniciarlo con la toma. Durante la duración del noticiero íbamos dando las
últimas informaciones del asalto.
No imaginamos que nuestra transmisión se prolongaría,
initerrumpidamente, durante 72 horas. Al comienzo con las imágenes enviadas
desde las afueras de la residencia. Y, luego con el desplazamiento de la
primera unidad móvil y la instalación en una casa vecina de las micrrondas,
pudimos hacerlo con imágenes en vivo. Posteriormente se destacaría una segunda
unidad móvil.
Entonces se pudo saber que 14 miembros de la organización
terrorista , encabezados por Néstor Cerpa eran los asaltantes y secuestradores.
Pedían la liberación de los 465 presos emerretistas.
Las primeras imágenes en vivo fueron sobre la liberación de todas las mujeres, entre las
que estaba la propia madre del presidente Fujimori.
Entre los rehenes se encontraban oficiales de alto rango de
las fuerzas de seguridad peruanas, incluyendo a Máximo Rivera, el jefe de la
policía antiterrorista peruana, DINCOTE, y su ex jefe Carlos Domínguez, y entre
los políticos Alejandro Toledo.
Tuvimos que organizar turnos de reporteros y narradores en
estudio para una cobertura las 24 horas del día.
Me correspondió dirigir la operación periodística durante
los dos primeros meses, porque decidi retirarme de Panamericana, por motivos
internos de la empresa que no cabe detallar en estos recuerdos.
El Caso del Canal 4
Su noticiero terminaba a las 9 de la noche y apenas si
dieron cuenta rápida de que algo había ocurrido en la residencia al despedir el
programa. En el canal 4 tenía sólo
disponible a un joven asistente de cámara, Juan Víctor Sumarriva, quien fue
enviado a la residencia.
En el interior, Cerpa
y su gente querían la presencia de una cámara de televisión en el jardín, para
desanimar, posiblemente, un asalto de la policía. Testigos de lo que conversó Cerpa con sus
lugartenientes fue que inicialmente hablaron de invitar a un camarógrafo del
5. Pero recordaron que ellos habían
secuestrado a Héctor Delgado y no podían, por tanto, solicitar la presencia de
Panamericana. De ahí que entonces
autorizaron el ingreso al jardín de alguien del canal 4 y ese alguien era el
jovencito Sumarriva.
Y lo que sucedió en
adelante fue la pesadilla de la cobertura de los demás canales. América tuvo
imágenes exclusivas de varios momentos dramáticos, como la fuga del alcalde
Miraflores. El Canal 4 comenzó a ganar
la sintonía y, para mayor ventaja, fue uno de los dos canales preferidos de los
tupacamaristas, para los contactos telefónicos.
Pero, 4 meses después
terminó el drama en la embajada y
Panamerican tuvo exclusivas,como, cuando por preferencia del presidente
Fujimori, un equipo de Panamericana subió al ómnibus en que eran transportados
los rehenes liberados al hospital Militar donde los esperaban sus
familiares.
Algo que fue muy notorio para los periodistas fue que Canal
4, al proclamarse, con muy justa razón, como el que mejor cobertura había hecho
del secuestro, casi no destacaron a Sumarriva.
Tal vez porque el hecho recordaba el favoritismo del MRTA.
Las fotos del
interior de la residencia
Hubo una circunstancia que nos reinvindicó informativamente.
Cuando liberaron a Alexander Kouri lo invitamos a una entrevista en el estudio. La
reportera que se encargó de traerlo me reveló que él tenía escondido en su
correa un rollo de fotos tomadas en la residencia. Le solicité el rollo para el
revelado y con la promesa de devolvérsolo con una copia de las imágenes.
Personalmente fui a un laboratorio para que revelaran el
rollo y cuide que las copias eran las que había solicitado.
Una de las fotos mostraban al canciller Tudela apoyado en un
escritorio y mirando por una ventana el exterior de la residencia. En otras,
algunos de los 72 rehenes sentados en los suelos alfombrados.
Cuando difundimos las fotos en calidad de primicia causamos
un gran impacto y los periodistas extranjeros solicitaron copias para enviarlas
a sus sedes, en algunos casos previo pago generoso.
El video del MRTA
En una segunda ocasión que pudimos dar una primicia con la
inesperada colaboración del MRTA, que hasta entonces nos había rechazado
cualquier intento de comunicación.
Una mañana recibí la llamada telefónica de alguien que
hablaba a nombre de los terroristas. Me preguntaba si nos interesaba un video
en el que se apreciaba cómo habían planeado el asalto a la residencia. Bastante
sorprendido le contesté afirmativamente.
El vocero emerretista me detalló dónde podía recoger el
sobre con el video: en el servicio higiénico de un restaurante.
De inmediato ordené que el chofer de una de nuestras
camionetas se dirigiera al lugar, que habíamos ubicado en San Isidro. Sin
embargo, el chofer me informó que no hallaba ningun sobre. Pensé que nos habían
engañado y ordené que regresara el chofer.
Al minuto volvió a sonar el teléfono. Era el emerretista
indignado por no haber retirado el sobre. Le informé que el chofer no lo había
encontrado. Entonces preguntó a qué
dirección había ido el chofer. Para
nuestra sorpresa se trataba de un restaurante con el mismo nombre que estaba en
La Victoria. De inmediato dí por radio la nueva dirección y esta vez el
nervioso chofer ubicó el sobre.
El video tenía dos partes: en la primera todos los detalles
relacionados con el operativo, inclusive utilizando una maqueta de la
residencia (en una declaración de hoy el excanciller Tudela se refiere a esta
imagen). La segunda parte era un extenso manifiesto del MRTA justificando el
asalto.
Media hora después, la misma voz preguntó cuándo lo íbamos a
difundir. Rotundamente, contesté que sólo daríamo la primera parte. Tuvo que
aceptar nuestra decisión.
La noche que 24 Horas transmitió el video causamos, como era
de esperar, un gran impacto y logramos mucha sintonía. Nuevamente los
corresponsales extranjeros soliciaron copias.
Pero, al día siguiente, recibí la llamada iracunda de
Domingo Palermo, ministro de Educación y cabeza de la comisión negociadora con
Cerpa.
Me dijo “¿Qué has hecho, Julio?. Yo estaba reteniendo en el
canal 4 la difusión del video para
negociarlo por la liberación de algunos rehenes”.
Le contesté: ¿ Y por qué no me advertiste?
Con gran franqueza, Palermo me dijo: “Es que jamás pensé que
el MRTA les proporcionaría ese material a Panamaricana”
.
Hay mucho más que recordar sobre esos dos meses que pusieron
a prueba la tenacidad e ingenio de la televisión para informar sobre un
acontecimiento que interesó al mundo entero.
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