Uno de los dilemas en el periodismo es el conflicto que
muchas veces se produce con la invasión de la privacidad de las personas.
¿Hasta que punto puede llegar el acoso de los reporteros
a personajes que no quieren hacer ninguna declaración?.
¿Las actividades privadas, aún las cumplidas en lugares
públicos, pueden ser objeto de la frenética intervención periodística?
La famosa cantante Isabel Pantoja y su marido vivieron
una experiencia, con ribetes escandalosos y hasta dramáticos por la acción
indetenible de una reportera y su camarógrafo.
La cantante española está pasando por un momento crítico
ante la posibilidad de perder su libertad, ya que en el mes de junio será
juzgada por un delito de lavado de dinero.
Pantoja fue detenida en mayo de 2007 en su vivienda en
Marbella y abonó una fianza de 90 mil euros para eludir la prisión. En la misma
acusación también están involucrados su
pareja Julián Muñoz, quien fue alcalde de la ciudad de Marbella, y la ex
esposa de este, Maite Zaldívar.
Julián Muñoz es quien tiene la responsabilidad mayor en
el desvío de fondos y blanqueo de capitales, además de varias multas por un
total de 9.8 millones de dólares, que le podrían acarrear siete años de
prisión; sin embargo, el fiscal asegura que Pantoja y Zaldívar “eran
perfectamente conocedoras del origen ilícito de los fondos y bienes que reciben
de Julián Muñoz” y que “ambas sabían cuáles eran las fuentes de sus ingresos
ilícitos, así como su cuantía”.
Isabel Pantoja podría enfrentar una pena de tres años y
medio de cárcel. En su caso, el lavado de dinero está relacionado con la compra
de dos inmuebles.
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