El cónclave se
inició este martes 12 de enero con el
ingreso de los 115 cardenales a la Capilla Sixtina, en donde se realizará la
votación para elegir al nuevo Papa, tras la renuncia de Benedicto XVI en
febrero.
La tradición
litúrgica -fijada tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II- señala
con gran precisión las normas y ritos que deben seguirse. Estos están en el
Libro de los Ritos del Cónclave.
El primer
aspecto que se subraya en este libro es la importancia que tiene el Cónclave,
ya que supone la elección del Romano Pontífice. Después, centrándose en la Misa
que antecede al ingreso en el Cónclave, se dedica todo un capítulo a exponer
los ritos y rúbricas de esta celebración eucarística.
En el
capítulo II se exponen los momentos más significativos del acto solemne de
entrada en el Cónclave con el juramento específico que realizan los cardenales.
Cómo deben
llevarse a cabo las votaciones y el escrutinio de los votos, también está sujeto
a un orden que hay que observar con exactitud, así como los ritos que proceden
y siguen, tanto el momento de la aceptación del elegido como Romano Pontífice
como su proclamación.
El libro de
los Ritos del Cónclave concluye, en el capítulo V, con el solemne anuncio de la
elección del Papa y su primera bendición "Urbi et Orbi".
Siempre en
conformidad con la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis"
(promulgada por Juan Pablo II), Benedicto XVI ha introducido algunas novedades
con el fin de mejorar el desarrollo del Cónclave. Por ejemplo, en la misa
"Para elegir al Romano Pontífice", se prevé que participen todos los
cardenales, no solo los electores.
La Capilla Paulina
Otra novedad
es dónde debe llevarse a cabo el Rito del Ingreso en el Cónclave y del
Juramento de los cardenales: la Capilla Paulina es el lugar concreto previsto
para estos dos actos.
La norma
establece que, en esta ceremonia, el primer cardenal por orden y antigüedad -
actualmente el cardenal Giovanni Battista Re-, preside el acto, que comienza
haciendo la señal de la cruz y pronunciando las siguientes palabras:
"El Señor, que guía nuestros corazones en el amor y la paciencia de
Cristo, esté con todos vosotros".
Tras esta
breve oración, el cardenal Re invitará a todos los reunidos a comenzar la
procesión hacia la Capilla Sixtina, lugar de reunión del Cónclave, con estas
palabras:
"Venerables hermanos: después de haber celebrado el divino
misterio, entramos ahora en Cónclave para elegir al Romano Pontífice.
Toda la Iglesia, unida a nosotros en oración, invoca constantemente la
gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido de entre nosotros un digno
Pastor de toda la grey de Cristo.
El
Señor dirija nuestros pasos en la vía de la verdad, a fin de que, por la
intercesión de la Beata Siempre Virgen María, de los Apóstoles Pedro y Pablo, y
de todos los Santos hagamos siempre aquello que sea de su agrado".
Tras esta
oración, los cardenales caminan en procesión hacia la Capilla Sixtina,
procedidos por el ministro que lleva la Cruz, el coro y los ceremonieros, el
secretario del Colegio de Cardenales y el eclesiástico que dirigirá la
meditación a los cardenales electos.
La comitiva
la concluye un diácono, revestido con alba y estola, que lleva el libro de los
evangelios, y el cardenal Re junto al maestro de ceremonias.
Durante la
procesión los cardenales cantan la Letanía de los Santos -oración que en las
celebraciones de la liturgia latina tiene una destacada importancia y en la que
se recuerdan a algunos santos de Oriente y de Occidente- , para concluir con el
himno "Veni Creator Spiritus", cuando los cardenales están ya
reunidos en la Capilla Sixtina.
En el
cántico de la letanía de los Santos se han introducido nombres no citados
habitualmente, pero que corresponden a la Iglesia universal, como los
Patriarcas y Profetas Abraham, Moisés y Elías; San Marón del Líbano; San
Frumencio, de Etiopía y Eritrea; Santa Nina de Georgia; San Gregorio el
Iluminador, de Armenia; San Patricio de Irlanda, y otros santos que representan
a diversos pueblos de la tierra como los mártires de Canadá, de Uganda, de
Corea, de Oceanía; Santa Rosa de Lima, por América Latina, y algunos Papas
entre los que se encuentra San Pío X .
El solemne
juramento de los cardenales, ya dentro de la Capilla Sixtina, sigue la fórmula
establecida en la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis":
cada uno de ellos, posando la mano sobre el evangelio, dice la formula
prescrita.
Se quedan solo los del Cónclave
Cuando el
último de los cardenales electores ha terminado de prestar juramento, el
maestro de ceremonias dice la fórmula tradicional "Extra omnes" y
aquellos que no participan en el Cónclave abandonan la Capilla Sixtina.
Presente
todavía el maestro de ceremonias, el cardenal Prosper Grech pronuncia la
meditación a los cardenales electos que tiene que versar sobre el grave deber
que tienen ante si de elegir al Papa, moviéndose con rectitud de intención,
buscando solo cumplir la voluntad de Dios, y mirando únicamente al bien de toda
la Iglesia.
Tras esta
exhortación, el cardenal Giovanni Battista Re propone al Colegio de los
Electores que accedan a la primera elección del Cónclave. La Oficina de las
Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice comunica que tendrá lugar el
juramento de los oficiales y encargados del cónclave.
en la
Capilla Paolina del Palacio Apostólico,
Juramento oficiales
Todos los
que se ocuparán del próximo cónclave, tanto eclesiásticos como laicos,
aprobados por el cardenal Camarlengo y por los tres cardenales ayudantes, según
la norma de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis n. 48, tendrán
que prestar y suscribir el juramento prescrito. Son los siguientes:
-el Secretario del colegio cardenalicio.
-el Maestro de Celebraciones Litúrgicas del
Pontífice.
-los ceremonieros pontificios.
-el eclesiástico elegido por el cardenal
Decano para que lo ayude en su oficio.
-los religiosos y religiosas encargados de
la Sacristía Pontificia.
-los religiosos de varias lenguas para las
confesiones.
-los médicos y enfermeros.
-los encargados de los ascensores del
Palacio Apostólico.
-el personal encargado del comedor y la
limpieza.
-el personal de la Florería y de los
Servicios técnicos (UDG num. 5 y 51).
-los encargados del transporte de los
electores desde la Domus Sanctae Marthae al Palacio Apostólico.
-el Coronel y un Mayor del Cuerpo de la
Guardia Suiza Pontificia encargados de la vigilancia alrededor de la Capilla
Sixtina.
-el Director de los Servicios de Seguridad
y Protección Civil con algunos colaboradores.
Todos, por
lo tanto, después de ser instruidos sobre el significado del juramento, tendrán
que pronunciar y suscribir personalmente la fórmula prevista ante el cardenal
Tarcisio Bertone, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana y en presencia de dos
protonotarios apostólicos participantes.
(Fuente:Periodista Digital)