El alcalde
de la ciudad de Osaka, Toru Hashimoto,
declaró que las llamadas 'esclavas sexuales' eran "necesarias"
para mantener la disciplina en las Fuerzas Armadas de Japón durante la Segunda
Guerra Mundial.
«Las mujeres de confort eran necesarias
para proporcionar descanso a un grupo de valientes soldados que venían exaltados
de la primera línea de fuego».
Hashimoto no
lo ha sostenidos ebrio o por descuido, sino en rueda de prensa y desde el
Ayuntamiento de Osaka.
Ha criticado
el poderoso alcalde que solo se cuestione el uso de «mujeres de confort» por
parte de las tropas japonesas. Dijo: «Otros países tenían sistemas similares».
Hashimoto es
el cofundador y copresidente del Partido de la Restauración Japonés, una de las
fuerzas minoritarias que surgió en las elecciones del año pasado, tras la
desintegración del entonces gobernante Partido Democrático.
Más de 200 mil
Con el
nombre de «mujeres de confort» se conoce a las coreanas que fueron usadas como
esclavas sexuales por las tropas japonesas durante sus campañas bélicas en el
periodo colonial de Japón sobre la península coreana (1910-1945).
Se ignora
exactamente el número de las desventuradas que fueros utilizadas, en ocasiones
hasta la muerte, como esclavas sexuales.
A grosso
modo se calcula que las tropas niponas usaron a unas 20.000 prostitutas
japonesas, más de 100.000 mujeres coreanas capturadas a la fuerza, asi como
unas 200.000 chinas, incluyendo
ocasionalmente ciudadanas occidentales.
En la lista
de víctimas hubo mujeres de Corea, China y las Filipinas, y además de
Tailandia, Vietnam, Malasia, Taiwán, Indonesia y otros territorios ocupados por
las tropas japonesas
Las «mujeres
de confort» es uno de los temas que ha enfrentado a Japón con sus vecinos
regionales, especialmente con Corea del Sur, que desde el fin de la Segunda
Guerra Mundial le exige que reconozca los abusos cometidos durante el periodo
colonial.
Protesta China
El portavoz
del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, ha manifestado su
consternación e indignación tras las declaraciones del alcalde de Osaka.
Hong ha
señalado que el reclutamiento de «mujeres de confort» fue un grave delito
cometido por el Ejército japonés y un gran problema de derechos humanos que
atañe a la dignidad personal de las víctimas.
«Estamos indignados por la observación del
político japonés, ya que desafía la justicia histórica y la conciencia de la
humanidad», ha declarado el portavoz y también ha añadido que «la manera en que
Japón trata su pasado, decidirá su futuro».
Hong ha
asegurado que tanto sus vecinos como la comunidad internacional esperarán a ver
qué decisión toma Tokio.
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