Nat Garvey, de 24
años, tiene un trabajo realmente singular. Gana casi 50 mil dólares al año por experimentar
y dar su opinión sobre artefactos sexuales para un sex shop. Ella podrá decir cuáles son los productos más placenteros, los más divertidos o,
simplemente, aquellos que están a buen precio en función de las prestaciones
que ofrecen. Define su labor como el “mejor trabajo del mundo".
Hasta hace unos meses, muy sonriente, aseguró haber testado
más de 1.000 consoladores y productos eróticos.
Ella tiene claro que no cambiaría su trabajo por nada del
mundo. En él no hay monotonía ni estrés. Es su propia jefa y, por supuesto,
trabaja en casa.
"En lugar de
estar todo el día rodeada de computadoras o de material de oficina, estoy
rodeada de una pila de objetos eróticos con los que poder jugar todo el
día", señala
.
La mejor vendedora
A tenor de su experiencia, Garvey se ha convertido en la
mejor "dependienta" de sex shops y tiendas eróticas, y nadie puede
ofrecer un catálogo de vibradores, prendas eróticas o juguetes sexuales como
ella.
El "negocio" le ha ido tan bien y su experiencia
es tan acreditada que ya le han ofrecido un "súper contrato" para
crear su propia marca de productos eróticos.
Un fabricante de este tipo de objetos está dispuesto a pagar
a Nat Garvey 200 mil dólares. Creen q ue
su experiencia es un “doctorado” en la materia.
No es adicta al sexo
No obstante, que nadie piense mal. "No soy una adicta
al sexo, sino que represento a las chicas normales que, como yo, también
necesitan comprar ese tipo de objetos", afirma
"Los juguetes
sexuales han dejado de ser un tabú. Las mujeres deberían saber que enriquecen
su vida tanto en solitario como en pareja -añade-. Mi trabajo consiste en encontrar
cuáles son buenos para mujeres solas y cuáles para parejas, y aquellos que
pueden ser útiles para usuarios de todas las edades. Los pruebo todos y emito
informes semanales".
Nat llego al trabajo por casualidad, leyó el anuncio en la
prensa y con más humor que esperanza se presento a la entrevista de trabajo. En
la actualidad lleva más de dos años trabajando para la empresa y ha cambiado
los bolígrafos y la computadora por una mesa llena de juguetes eróticos de
diversas formas y tamaños.
“He probado un montón de juguetes, unos extraños y otros
maravillosos, incluso alguno malo”, revela.
Según los datos de Passion, la marca para la que trabaja
Garvey, en el mercado británico se han
vendido ya cerca de cuatro millones de estos productos, y las cifras van en
aumento.
Las previsiones apuntan a que las ventas aumentarán hasta
llegar a las 400 millones en la próxima década
.
Fuente: The Sun, http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/woman/4193016/Im-paid-25000-to-test-SEX-TOYS.html
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