Otra dramática medida por la crítica situación económica
española. La cadena Telemadrid planea el
despido de de 925 de los 1.170 de
trabajadores que tiene el ente público autonómico. En términos prácticos, eso
significa que se va a la calle el 80% de
la plantilla actual, evidentemente muy hinchada y redundante.
En su día, el presidente autónómico Ignacio González no
descartó como opción el cerrar Telemadrid si no aparece un comprador que se haga
cargo del deficitario panorama empresarial.
El domingo 25 de noviembre, trabajadores de Telemadrid
irrumpieron con una sonora cacerolazo el
informativo especial que la cadena emitía con motivo de las elecciones en
Cataluña.
¿Qué será de las televisiones públicas autonómicas? Esta es
la pregunta que se hacen durante estos días los trabajadores y directivos de la
mayoría de las radios y televisiones públicas. Sobre ellas se ciñe una triple
crisis que amenaza su continuidad: la publicitaria, en 2011 las autonómicas
facturaron por publicidad un 27,4% menos respecto al año anterior; la
financiera, que asfixia las cuentas públicas; y la crisis de audiencia, que
azota a televisiones públicas históricas como Telemadrid o Canal 9, con unas
audiencias medias que apenas superan el 5%. La solución que ideó el Gobierno
conservador de Mariano Rajoy a la crisis estructural del modelo de televisión
autonómica fue la privatización o la externalización de los servicios en manos
privadas.
La situación económica
no va a mejorar en España. La recesión va a intensificarse, con una
caída del 1,4 % el año próximo y una tímida recuperación del 0,5 % en 2014.
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