En los últimos meses varios de los grandes nombres del periodismo
estadounidense se han visto enfrentados a acusaciones de plagio.
Los más recientes involucran al autor y presentador del canal de noticias CNN,
Fareed Zakaria, quien describió la decisión de tomar un párrafo de la revista
The New Yorker para su columna en la revista Time como un “grave error”, de
acuerdo con The Huffington Post.
Otra figura destacada del periodismo estadounidense
denunciada es Jonah Lehrer, otrora reportero de la revista The New Yorker.
Ambos casos no solo muestran la facilidad del plagio en el mundo de cortar y
pegar de los medios online, sino también revive antiguos debates sobre la ética
periodística, independientemente del tipo de medio.
La caída en desgracia de Lehrer es quizás la más corta y brusca
de los escándalos de plagio recientes. El reportero, experto en ciencia y
tecnología, comenzó a defenderse de las acusaciones de auto-plagio en junio de
2012, después de que se detectara que había tomado párrafos escritos por él
mismo en publicaciones anteriores. Poco después, Michael Moynihan, de la
revista Tablet, denunció que Lehrer inventó citas de Bob Dylan para su
best-seller, Imagine.
Esta caída obligó a Lehrer a renunciar a The New Yorker, y
al editor de Imagine a retirar el libro de las tiendas, de acuerdo con The New
York Magazine. Hasta el día de hoy Lehrer ha conservado su puesto como editor
colaborador de la revista Wired, pero la revista aún está considerando si
continua o no publicando el trabajo del escritor caído en desgracia, según la
propia publicación
.
Inventar fuentes y citas es algo rotundamente criticado como
poco ético, pero el tratamiento a la atribución de fuentes y citas,
especialmente online, es debatible. He ahí el caso de Zakaria. En su blog de
CNN, Global Public Square, Zakaria fue sorprendido con varios párrafos con
"cercanas similitudes" a un ensayo de la profesora Jill Lepore para
la edición de abril de The New Yorker. De acuerdo con The Atlantic Wire,
Zakaria admitió que había tomado la información por lo que emitió un comunicado
diciendo: "Cometí un error terrible. Es un grave error y uno del cual soy
completamente culpable. Le pido perdón a ella, sin reservas, a mis editores en
Time, y a mis lectores”.
Tanto CNN como Time suspendieron a Zakaria por su
indiscreción. Time inicialmente declaró que suspendería a Zakaria por un mes
pero rápidamente lo reincorporó después de sólo una semana. Esa decisión y otra acusación de plagio del
Washington Post provocaron un gran revuelo en la blogósfera.
Vanessa Horwell escribió en su blog: "Un mes de
suspensión y una revisión disciplinaria no bastan. Si se abordan que las
cuestiones legales y éticas son tan fundamentales para la industria de la
comunicación que todos alabamos, entonces los castigos por pisotear esas
lecciones deben ser igualmente severos".
(Basado en el blog Periodismo en las Américas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario