Imágenes transmitidas
la histórica madrugada del 20 de julio
La noticia
de la muerte del astronauta
estadounidense Neil Armstrong, el primer hombre en poner el pie en la Luna, impactó
singularmente al autor de este blog.
La figura de
Armstrong está ligada al recuerdo de una transmisión de 32 horas
ininterrumpidas que hizo Panamericana y que se constituyó en un hito en
esfuerzos informativos de la televisión peruana, solo superada años después
(1996) por la cobertura de 70 horas de la captura de la residencia de la
embajada del Japón.
Neil
Armstrong murió a la edad de 82 años. Este mes había sido sometido a una
intervención quirúrgica para aliviar la obstrucción de sus arterias coronarias.
Armstrong
caminó en la Luna el 20 de julio de 1969, cuando pronunció su famosa oración
"Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad".
Hace algunos
meses publiqué un testimonio sobre la experiencia inolvidable que
significó transmitir la llegada del primer hombre a la Luna:
El ingreso
del Perú a las comunicaciones espaciales se produjo a mediados de 1969. La
construcción de la estación terrena de Lurín permitió recibir y transmitir
señales al INTELSAT, con un radio de acción que abarcaba América y Europa.
Un mes
después -a mediados de julio- se produjo el histórico episodio de la llegada
del hombre a la Luna. Miles de millones de personas en el mundo entero
siguieron, día a día, hora a hora, el desarrollo del vuelo de la Apolo IX, con
sus tripulantes Neil Amstrong, Edwin Aldrin y John Collins. Esa increíble
hazaña fue ocasión singular para demostrar la realidad maravillosa de las
comunicaciones vía satélite.
Panamericana
Televisión tuvo un papel de líder en las comunicaciones del país al realizar
transmisiones extraordinarias del viaje a la Luna. Una ambiciosa producción en
sus estudios fue el marco adecuado para difundir las imágenes que la NASA ponía
en los satélites. Eran imágenes en blanco y negro.
El trabajo
de producción fue dirigido por Genaro Delgado Parker, quien me confió la
segunda responsabilidad que, en algunas ocasiones, se convirtió en primera.
Batimos un record de duración al transmitir 32 horas ininterrumpidamente la jornada
culminante de la misión de la Apolo IX: el descenso del módulo lunar, la
primera caminata de Armstrong y Aldrin y su salida de la Luna para unirse a la
nave madre conducida por Collins, que estaba dando vueltas al satélite. Ese
record de transmisión ininterrumpida se mantendría hasta diciembre de 1996
cuando transmitimos más de 70 horas sin parar en los primeros días de la toma
de la residencia de la Embajada japonesa por el MRTA.
En el
programa sobre la Apolo IX destacaron la valía de profesionales como Humberto
Martínez Morosini, Ernesto García Calderón y Alfonso Tealdo, que condujeron un
panel de especialistas, como Víctor Estremadoyro (astrónomo), y Gilberto
Tisnado (ingeniero espacial), el más espectacular de los panelistas por sus
conocedoras explicaciones sobre las características de las naves y otros
detalles científicos, lo que le otorgó una popularidad digna de una estrella
televisiva, teniendo muchas veces que firmar autógrafos en la puerta del canal.
También hay que destacar la participación de Héctor Urquiaga, que se
convertiría en el traductor más solicitado y mejor pagado del país.
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