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El doctor Wayne W. Dyer es
un autor de renombre internacional y conferencista en el campo del
desarrollo personal. Es autor de 30 libros, ha creado numerosos
producciones de audio y video, y se ha presentado en miles de programas
de televisión y radio. Wayne tiene un doctorado en consejería educativa
de la Wayne State University y fue profesor adjunto en la Universidad de
St. John en Nueva York.ros, ha creado numerosos producciones de
audio y video, y se ha presentado en miles de programas de televisión y radio.
Wayne tiene un doctorado en consejería educativa de la Wayne State University y
fue profesor adad de St. John en Nueva York.
1-Ordena tu vida, sentirás una gran oleada de inspiración cuando te
deshagas de cosas que ya no son útiles en tu vida:
• Regala las
cosas que llevas uno o dos años sin utilizar.
• Regala
esos archivadores viejos que ocupan espacio y que casi nunca utilizas.
• Dona
juguetes, herramientas, libros, bicicletas y platos que no utilices a
instituciones de caridad.
Elimina todo
aquello que te despierte el deseo de adquirir objetos que contribuyan a una
vida desordenada. Recuerda lo que dijo Sócrates: "Está más cerca de Dios
quien necesita menos". Así que mientras menos posesiones necesites
asegurar, cuidar, desempolvar, organizar y mover, más próximo estarás a
escuchar el llamado de la inspiración.
2. Elimina de tu agenda las actividades y obligaciones innecesarias e
indeseables.
Si no estás preparado
para el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la
inspiración. Dios estará a tu lado, te enviará la orientación, y las personas,
que necesitas; pero si estás completamente ocupado, te perderás de estos
regalos que pueden transformar tu vida. Así que dile no a las exigencias
excesivas, y no te sientas culpable de inyectar una dosis de tiempo libre a tu
rutina diaria.
3. Asegúrate de que tu tiempo libre sea libre
Ten cuidado
con esas invitaciones que pueden mantenerte en la cúspide de la pirámide
social, pero que te impiden el acceso a una inspiración gozosa. Si los
cócteles, las reuniones sociales, los eventos para recaudar fondos, e incluso
charlar y beber con los amigos no es la forma en que realmente quieres pasar tu
tiempo libre, no lo hagas. Rechaza las invitaciones que no activen sensaciones
de inspiración.
Creo que
pasar una tarde leyendo o escribiendo cartas, viendo una película con un ser
querido, cenar con tus hijos o hacer ejercicio, es más inspirador que asistir a
un evento en el que suelen abundar las conversaciones inútiles. Aprende a
rechazar esos eventos sin tener que disculparte.
4. Saca tiempo para la meditación y el yoga
Saca por lo
menos 20 minutos diarios, siéntate en silencio y establece un contacto consciente
con Dios. Escribí un libro sobre este tema, “Cayendo al abismo”, así que no me
extenderé más. Sin embargo, diré que he recibido miles de mensajes de personas
de todo el mundo en los que me expresaron su agradecimiento por haber aprendido
a simplificar su vida cuando comenzaron a meditar. Te invito a que busques un
centro de yoga cerca de tu casa y comiences a practicar con regularidad. Las
recompensas son maravillosas: te sentirás menos estresado y más saludable e
inspirado por todo lo que podrás hacer con y por tu cuerpo en muy poco tiempo.
5. Marca distancia entre tú y tus críticos
Decide
alinearte con personas que también quieran encontrar una inspiración
simplificada. Dales una bendición silenciosa a quienes andan buscando defectos
o son amigos de las confrontaciones, y apártate de su energía tan rápido como
sea posible. Simplificarás tu vida enormemente si no tienes que justificarte
ante nadie, y si recibes apoyo en vez de críticas. No tienes por qué soportar
las críticas; simplemente agradece con amabilidad y promete pensar en lo que te
digan, pues representa un conflicto que no te permitirá sentirte inspirado. No
necesitas justificar tus deseos ni tu personalidad, pues esas sensaciones
internas son el Espíritu que te habla: son pensamientos sagrados, así que no
permitas que nadie los destruya.
6. Saca un tiempo para tu salud
Recuerda que
el mayor problema de salud en nuestra sociedad parece ser la obesidad. ¿Cómo
puedes sentirte inspirado y vivir con sencillez si consumes cantidades
excesivas de alimentos y no haces el ejercicio que tu cuerpo te pide? Recuerda
que tu cuerpo es el templo sagrado donde vives durante esta vida, así que saca
un poco de tiempo cada día y haz ejercicio. Si sólo puedes darle una vuelta a
la manzana, simplemente hazlo. De igual manera, incorpora a tu consciencia las
palabras control de porciones: ¡tu estómago tiene el tamaño de un puño, no de
una pala! Respeta tu templo sagrado y simplifica tu vida haciendo ejercicio y
comiendo con moderación; ¡te prometo que te sentirás inspirado si comienzas a
hacerlo ya!
7. ¡Juega, juega, juega!
Simplificarás
tu vida y te sentirás inspirado si aprendes a jugar en vez de trabajar toda tu
vida. Me encanta estar rodeado de niños porque me inspiran con sus risas y su
frivolidad. De hecho, muchos adultos me han dicho: "Wayne, no has
madurado: siempre estás jugando". ¡Esto es algo que me enorgullece
profundamente! Juego cuando hablo en el escenario, y juego mientras escribo
ahora.
8. Disminuye el ritmo
Una de las
observaciones más iluminadoras de Gandhi nos recuerda que, "La vida es
algo más que aumentar el ritmo". Este es un gran consejo para simplificar
tu vida; de hecho, disminuye el ritmo de todas tus actividades durante un
momento, aquí y ahora. Lee estas palabras lentamente. Desacelera tu respiración
para que seas consciente de cada inhalación y exhalación...
Cuando vayas
en tu auto, disminuye la velocidad y relájate. Desacelera tu forma de hablar,
tus pensamientos y el ritmo frenético de todo lo que haces. Dedica más tiempo a
escuchar a los demás; sé consciente de tu inclinación a interrumpir y a dar por
terminadas las conversaciones, y opta más bien por escuchar. Detente y aprecia
las estrellas en una noche despejada, o las formas de las nubes en un día gris.
Siéntate en un centro comercial y observa cómo todas las personas parecen ir
deprisa y sin rumbo alguno.
Si
disminuyes el ritmo, simplificarás tu vida y te reunirás con el ritmo perfecto
con el que funciona la creación. Imagina que tratas de forzar a la naturaleza
halando una planta de tomate que acaba de brotar: eres tan natural como esa
planta, así que permítete estar en paz con la perfección del plan de la
naturaleza.
9. Haz todo lo posible para evitar las deudas
Recuerda que
estás intentando simplificar tu vida, así que no necesitas comprar objetos que
la complicarán y la trastornarán. Si no puedes adquirirlos, olvídate de ellos
hasta que puedas hacerlo; al contraer deudas, sólo agregas más capas de
ansiedad a tu vida. Esa ansiedad te alejará de la paz, que es el lugar donde te
encuentras cuando estás en Espíritu. Si tienes que trabajar más para pagar
deudas, disfrutarás menos de tu vida actual; en consecuencia, estarás más lejos
de la paz y la alegría, que son los símbolos de la inspiración. Te sentirás
mucho mejor y disfrutarás tu vida si tienes menos en vez de contraer deudas que
no te darán paz y tranquilidad, sino estrés y ansiedad. Y recuerda: el dinero
que posees sólo es energía, así que niégate a conectarte con un sistema
energético que no es real.
10. Olvídate del valor del dinero
Procuro no
pensar frecuentemente en el dinero, pues he observado que las personas que lo
hacen no piensan en casi nada más. Entonces, haz lo que tu corazón te diga que
es lo que te hace feliz, en vez de pensar si será rentable o no. No te niegues
a los placeres de la vida por razones monetarias; no determines tus compras por
el hecho de obtener un descuento, y no te prives de sentir alegría porque no te
hicieron una rebaja. Puedes llevar una vida feliz y satisfactoria, y si en este
momento estás pensando que yo tengo el descaro de decirte esto porque tienes
una situación financiera precaria, es porque tú mismo has levantado tu propia
barrera de resistencia.
Deja de
ponerle una etiqueta con precio a todo lo que tienes y haces: a fin de cuentas,
en el mundo del Espíritu no hay etiquetas con precios. No hagas del dinero el
centro de todo lo que tengas o hagas; más bien, descubre el valor inherente a
todas las cosas: así simplificarás tu vida y regresarás al Espíritu. Un dólar
no determina el valor, aunque vivas en un mundo que intenta convencerte de lo
contrario.
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