No todos los genios inventan a propósito. Algunos grandes
aparatos de la actualidad han surgido como productos de descubrimientos casuales,
de equivocaciones y errores. A veces, interviene más la casualidad que la
preparación o el ingenio. Aquí unos muy importantes para nuestra vida diaria:
El microondas: El ingeniero Perry Spencer
estaba probando un tubo de vacío conocido como magnetrón, el cual se utilizaba
en ese entonces en la fabricación de radares. Descubrió que un chocolate que
traía en el pantalón se había derretido. Intrigado, probó colocando unas
semillas de maíz cerca del tubo: éstas estallaron en forma de palomitas.
Spencer repitió el experimento con un huevo, el cual estalló
ante sus ojos. El ingeniero dedujo que el calentamiento de los alimentos se
debía a la exposición de la energía de baja densidad de los microondas. Así,
creó el primer horno de este tipo, el cual no tuvo mucha aceptación en el
inicio. Sin embargo, con el paso de los años, se convirtió en una de las grandes
revoluciones en la industria alimenticia.
El teflón: El químico Roy Plunkett estaba
trabajando para la empresa DuPont en una forma de producir grandes cantidades
de un compuesto llamado tetrafluoroetileno (TFE). En uno de sus experimentos,
encontró un residuo de polvo blanco en una válvula.
Al probar esta sustancia en reacción con otras, descubrió
que era inerte a todas las bases y ácidos existentes. La empresa lo registró como
parte de sus polímeros y fue bautizado como polifluoretileno (PFTE), aunque es
conocido popularmente por su nombre comercial: teflón. Además de ser muy
reconocida por sus aplicaciones dentro de los utensilios de cocina, se usa para
más cosas. Por ejemplo, se aplica en el revestimiento de cohetes, naves
espaciales y aviones; en la medicina, se emplea para la creación de prótesis; y
en la fabricación de armas, se revisten las balas para evitar el desgaste
rápido del cañón.
El Marcapasos: Uno de los grandes inventos de
la medicina es producto de un error. El marcapasos fue creado por el ingeniero Wilson
Greatbach, quien trabajaba en un aparato que pudiera grabar los sonidos del
corazón. Por equivocación, Greatbach cambió la resistencia eléctrica del
mecanismo, lo que tuvo como consecuencia que el corazón comenzara a latir cada
1.8 segundos.
El marcapasos es considerado como una de las 10 invenciones
más cruciales en el campo de la medicina. Uno de los primeros modelos creados
por Greatback incorporaba una batería de mercurio, la cual debía ser reemplazada
cada dos años. Sin embargo, el ingeniero también fue pionero en el tema de la
autonomía, pues consiguió una patente al desarrollar una batería de litio-yodo
que permitió que su invento durara mucho más tiempo.
El Viagra: Uno de los medicamentos más
populares de la última década del siglo XX es producto de un efecto secundario.
Pfizer, la compañía farmacéutica responsable de la famosa pastilla azul, estaba
probando una sustancia novedosa, el sildenafilo, para el tratamiento de la
angina de pecho.
Los primeros estudios clínicos mostraron que dicho compuesto
servía poco para esa enfermedad, pero tenía como consecuencia colateral la
inducción de erecciones de larga duración.
La farmacéutica decidió comercializar el sildenafilo para el
tratamiento de la disfunción eréctil, bajo el nombre de Viagra. El éxito en las
ventas fue rotundo y se convirtió en uno de los medicamentos más utilizados de
los últimos años. Por cierto, el nombre Viagra proviene de la palabra en
sánscrito para “tigre”, debido a que dicho animal es reflejado en esa cultura en
esculturas donde aparece con el pene erecto.
La Coca-Cola: Cerramos con uno de los
productos más consumidos en todo el mundo. La famosa Coca-Cola nació como un
medicamento. Su inventor, John Pemberton, buscaba un remedio para quitar el
dolor de cabeza y reducir la sensación de náuseas. Este farmacéutico mezcló una
serie de ingredientes -los cuales son desconocimos hasta la fecha- y creó ese
brebaje en 1886.
En un inicio, el líquido de Pemberton se vendía únicamente
en las farmacias. Fracasó como remedio terapéutico, pero tomó tanta popularidad
como bebida refrescante que empezó a comercializarse. Ante el éxito, Pemberton
vendió la fórmula por 23 mil dólares a un grupo de abogados, quienes
establecieron la empresa como tal. De un intento por crear un brebaje para
mejorar la salud, se creó el refresco más popular de la historia contemporánea.
(Texto :mx.noticias.yahoo.com/.../5-grandes-inventos-que-nacieron-de-la-cas…)
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